Rusia y China vetaron una resolución de la ONU respaldada por las potencias occidentales que hubiera impuesto sanciones a 21 individuos, organizaciones y empresas sirias presuntamente implicados en ataques con armas químicas en la guerra civil.
La resolución hubiera prohibido a todos los países abastecer el gobierno de Siria con helicópteros, que según los investigadores se emplearon en ataques químicos.
La resolución obtuvo el mínimo de nueve votos favorables. Además de China y Rusia, Bolivia votó en contra y tres países se abstuvieron: Egipto, Etiopía y Kazajstán.
Una investigación conjunta de Naciones Unidas y la organización mundial determinó que el gobierno sirio estuvo implicado en al menos tres ataques con gas cloro, y el grupo extremista Estado Islámico fue responsable de al menos un ataque con gasta mostaza.
Rusia, el más estrecho aliado que tiene Siria, se había unido a naciones occidentales en realizar la investigación, conocida por el acrónimo JIM, a fin de determinar quién fue el responsable de los ataques con armas químicas.
El viceembajador de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, dijo que su país desde hace tiempo había “expresado reservas” en torno al reporte y sus “conclusiones no corroboradas”. Enfatizó que “no hay prueba fehaciente” de quién es el responsable del uso de armas químicas.