El presidente Donald Trump planea anunciar pronto en Miami una serie de cambios a la política hacia Cuba que podrían endurecer “significativamente” las condiciones para el comercio y los viajes de estadunidenses a la isla, confirmaron tres fuentes cercanas al proceso.
Al llegar al poder en enero, Trump ordenó a su equipo hacer una revisión integral de la política de apertura a Cuba impuesta a partir de diciembre de 2014 por su predecesor, Barack Obama.
Esa revisión está cerca de completarse y el equipo de Trump espera presentar pronto al presidente una serie de opciones para que decida, dijo una fuente oficial del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, que pidió el anonimato.
Según otras dos fuentes cercanas al proceso, la Casa Blanca ya ha decidido que Trump dará en las próximas semanas un discurso “del estilo de un mitin de campaña” en Miami para detallar los cambios, algo que está planeado para mediados de junio como pronto.
Se ha tomado la decisión de que Trump va a ir a Miami y dar un discurso, pero los detalles todavía se están negociando, afirmó una fuente familiarizada con el proceso interno en la Casa Blanca, que pidió el anonimato.
Entre los cambios que se barajan está la prohibición a empresas estadunidenses de negociar con entidades que estén vinculadas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, y la posibilidad de imponer más restricciones a los viajes de estadunidenses a la isla.
También es probable que Trump anule la directiva presidencial que Obama emitió en 2016 con el objetivo de afianzar su política, y que servía como guía para que el gobierno tuviera clara la responsabilidad de cada agencia en la nueva relación con Cuba.
Aunque Trump no se está planteando romper las relaciones ni cerrar la embajada en Cuba, los cambios barajados están lejos de ser meramente simbólicos, según las fuentes consultadas.
Rubio sigue negociando con la Casa Blanca el contenido del anuncio de Trump, pero por ahora, el equipo de estrategas políticas del mandatario se ha impuesto en el debate interno a casi todas las agencias del gobierno de Trump, que se han mostrado en privado a favor del “statu quo”, aseguraron dos de las fuentes.