Una monja de claustro de la orden Clarisas Capuchinas denunció haber sido víctima de una violación en 2012, de la que nació un niño, y donde según ella, no recibió el apoyo de la Iglesia para enfrentar el caso.
La acusación, mostrada en TVN, la realizó una hermana llamada Francisca, quien en 2002 ingresó al recinto religioso ubicado en la calle Carmen, en Santiago Centro.
En 2012, el templo necesitaba algunas reparaciones eléctricas, por lo que llegaron trabajadores para revisar las instalaciones. Uno de ellos, identificado como Hernán Ríos, atacó sexualmente a la religiosa, dejándola embarazada.
Según la víctima, tuvo que ocultar el hecho “por miedo, por vergüenza, porque hay una vergüenza que lo invade y que no deja a uno expresarse”.
Luego que se descubriera de su embarazo, la monja fue sacada de la orden. “Me dijeron que yo era la culpable, más encima me calumniaron de robo, que yo lo hice a propósito. Mis hermanas fueron muy crueles conmigo”, expresó la hermana, quien afirmó que aún no ha decretado su salida definitiva de la Iglesia.
Tras esto, recurrió a la Fundación San José para dar en adopción al niño, y ahora, con el respaldo de la Corporación Humanas, decidió demandar al Arzobispado de Santiago por los hechos.
Aunque la Iglesia no ha entregado una declaración formal sobre el hecho, el obispo auxiliar de Santiago, Jorge Concha, confirmó la presentación de la acción legal, afirmando que “junto con esta demanda, nos enteramos de que ella fue víctima de una violación, y estamos sinceramente muy dolidos con la situación”.
Concha agregó que “ella abandonó por propia voluntad el monasterio. Nosotros, el Arzobispado, recién se entera oficialmente (de la denuncia) el 27 de este mes”.
El acusado por el abuso fue capturado por la PDI y condenado por el delito de violación en 2015.