Un bebé de tres meses de edad fue interrogado por agentes estadounidenses bajo la sospecha de que estuviera involucrado en actividades terroristas.
El problema fue que el abuelo del pequeño Harvey Kenyon-Cairns llenó erróneamente la forma de su solicitud de visa, informó el diario británico The Independent.
La familia de Harvey planeaba viajar a la ciudad de Orlando.
Paul Kenyon contestó de manera afirmativa a la pregunta ‘¿Pretende participar o ha participado alguna vez en actividades terroristas, espionaje, sabotaje o genocidio?’, por lo que su nieto recibió un citatorio de la Embajada de Estados Unidos en Londres.
Pese a que las autoridades norteamericanas comprobaron que el bebé no representaba una amenaza para su país, el trámite de la concesión de la visa se prolongó más de lo previsto, por lo que la familia perdió el vuelo.
Harvey se comportó de manera ejemplar en la entrevista y ni siquiera lloró una sola vez, comentó su abuelo. Evidentemente nunca ha estado involucrado en genocidio o espionaje, pero sí ha saboteado varios pañales durante su vida, bromeó.
El error del abuelo Paul le costó a la familia poco más de 70 mil pesos debido al cargo extra por reprogramar los boletos.