El secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, inicia este miércoles su primera gira internacional con la complicada misión de desarrollar una estrategia frente a Corea del Norte que convenza a Tokio y Seúl sin perturbar a China, irritada por el despliegue estadounidense de un escudo antimisiles.
El viaje a Japón, Corea del Sur y China es una prueba de fuego para Tillerson, que en sus menos de dos meses como titular de Exteriores ha dado la impresión de estar marginado por la Casa Blanca de Donald Trump, decidida a dirigir la política exterior y a reducir a la mínima potencia la labor del Departamento de Estado.
La delicada diplomacia en torno a Corea del Norte, que sigue retando a la comunidad internacional con sus pruebas con misiles balísticos, será el núcleo de la gira, en la que Tillerson quiere explorar “alternativas” a la estrategia actual, según su oficina.
Una parte importante de las conversaciones se centrará en definir los elementos de un nuevo enfoque” contra Corea del Norte, dijo a los periodistas este lunes la secretaria adjunta de Estado en funciones de Estados Unidos para Asuntos de Asia Oriental, Susan Thornton.
Pese al gran interés mediático en la gira, Tillerson ha roto un precedente de décadas en EEUU al impedir que le acompañe en su avión un contingente de periodistas, una decisión criticada por numerosos medios y que demuestra el gusto por el hermetismo de un secretario de Estado que, hasta ahora, ha esquivado a la prensa.