Vaya susto que se llevaron los jugadores de los Diablos Rojos del México y Bravos de León hace unos instantes, en pleno encuentro, fueron momentos de pánico que se vivieron en el Estadio “Domingo Santana” de la ciudad de León, casa de los Bravos de León, cuando se desarrollaba el primero de dos encuentros entre los pingos y los Bravos, que están de regreso al circuito veraniego esta campaña.
La novena capitalina estaba sirviendo en el terreno de juego cuando una estructura de gran tamaño se vino abajo y cayó sobre el terreno del jardín central, dejando a algunos integrantes del bullpén con heridas leves.
Enseguida entraron en acción elementos de seguridad y médicos acudieron para supervisar que no haya más lesionados, además de que se encargaron de asegurar esa zona del estadio que se encuentra en remodelación.
Los Bravos, manejados por el legendario Francisco “Paquín” Estrada, estaban adelante en la pizarra cuando se disputaba la quinta entrada.
Apenas la noche del martes la Liga Mexicana de Beisbol informó que el juego entre Diablos Rojos del México y Bravos de León, programado para celebrarse por la noche en el parque Domingo Santana en León, Guanajuato, fue pospuesto, debido a que el alumbrado no cumplía con los requerimientos solicitados por la LMB.
Una falla en el sistema de alumbrado en el estadio guanajuatense derivó en una iluminación deficiente. Los estándares de la LMB fijan un mínimo de 1,000 lúmenes en el área del home plate y, al realizar la medición por parte de los oficiales de la liga, la luminosidad era de 400 lúmenes, por lo que se determinó no iniciar el juego.
La decisión de no llevar a cabo el encuentro obedece al interés de la Liga por cuidar la integridad física de los peloteros, así como a garantizarle a la afición un espectáculo con los estándares mínimos requeridos.
Debido a eso se programó doble juego para este miércoles, a partir de las 15:00 horas, y fue minutos después cuando sucedió el percance esta tarde,