La serie japonesa de los Caballeros del Zodiaco ha permanecido en el gusto del público, posiblemente por presentar una relación entre mitología y ciencia, detalló José Ángel Garfias Frías, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
Llamada originalmente como Saint Seiya, y creada en 1986 por Masami Kurumada, esta historia muestra a cinco jóvenes que luchan al lado de la diosa griega Atenea para salvar al mundo.
Desde este punto, podemos ver los elementos psicológicos, porque además de la existencia de la deidad femenina, los jóvenes nombrados caballeros usan una armadura dorada, representando una constelación.
Así, cada uno tiene detrás de sí una historia mítica. Por ejemplo, el personaje principal llamado Seiya simboliza a la constelación del Pegaso, un caballo alado que de acuerdo con los griegos se encuentra al norte del firmamento.
En esta mitología, Pegaso nació de la mezcla de la espuma del mar con la sangre que brotó de la cabeza de Medusa, al ser asesinada por el héroe Perseo.
La historia nos cuenta que desde entonces perteneció a Zeus y fue el primer caballo en llegar hasta los dioses. Y así, en esta serie, cada que Seiya usa sus poderes dibuja con sus manos esta constelación.
Además, tenemos que los otros personajes manejan el emblema del cisne, el dragón y el fénix e incluso Andrómeda, una galaxia espiral gigante con un diámetro de 220 mil años luz y que contiene aproximadamente un billón de estrellas.
En sus diferentes temporadas, estos jóvenes héroes deben luchar contra dioses de la mitología griega (Poseidón, Hades) y nórdica (Odín), entre algunos otros.
En cuanto a la ciencia, este manga llevado a la pantalla chica, toma elementos científicos como es el cero absoluto, un poder manejado por el caballero dorado de Acuario. Se trata de la temperatura teórica más baja posible, donde las partículas carecen de movimiento al congelarse, y que corresponde a −273,16 °C o −459,68 °F.3
Con este contexto científico dentro de la historia, Camus de Acuario puede alcanzar esta cifra con sus poderes y por ello es casi invencible, hasta que Hyōga, el caballero del Cisne, logra superar esta medida y lo vence.
Asimismo, encontramos el simbolismo y arquetipo, detalló Manuel Salinas Villa, egresado de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien realizó su tesis sobre este tema.
El arquetipo es una estructura simbólica humana ancestral que nos define también como especie. Nosotros soñamos con símbolos, imágenes, arquetipos, de los que nos hemos alejado en la sociedad o vida cotidiana.
No obstante, tendemos a buscar situaciones o actividades que suplan un poco la parte ritual de los arquetipos necesarios para el desarrollo humano. Y en esta serie es muy clara la participación de estos símbolos, por ello, ha atraído tanto público, opinó.
Así, el simbolismo principal dentro de la serie trata sobre la mitología del héroe, es decir, la aventura heroica de estos personajes. El héroe, añadió el comunicólogo, es una persona que rompe con la realidad cotidiana, recibe un llamado para tomar acción respecto de alguna situación, a veces de manera muy extrema, como la muerte de su familia, y por ende, debe de salir de su zona de confort para enfrentarse al mundo.
Así, el héroe sufrirá varias pruebas y debe pasarlas, incluso podría enfrentarse a situaciones muy cercanas a la muerte para regresar a la realidad o al reino para ser coronado y victorioso.
Una vez que esto sucede, puede ser llamado nuevamente para lograr lo que nadie más. Entonces, Saint Seiya puede hacer eco en nuestra necesidad interna de héroe y la serie nos puede ayudar a sentir y vivir la parte heroica de nuestras vidas, concluyó.