La temporada de arcilla del tenis no contará con Roger Federer este año, después de que el suizo confirmara que no jugará el Roland Garros, que comenzará el próximo 28 de mayo.
La razón por la que Federer decidió saltarse por completo la temporada de tierra batida —la superficie que menos domina— tiene que ver con su intención de jugar varios años más en el circuito de la ATP, y es la misma que lo ha orillado a disputar menos torneos cada campaña, sobre todo ahora que ya tiene 35 años.
Pese a su veteranía, Federer se ha mantenido a un nivel más que competitivo y muestra de ello fue su gran inicio de año, al ganar su título 18 de Grand Slam en el Abierto de Australia y los dos primeros Masters 1000 de la temporada (Indian Wells y Miami).
El comienzo de año ha sido mágico para mí pero debo reconocer que la calendarización será clave para mi longevidad de aquí en adelante. Por ello, mi equipo y yo concluimos que hoy jugar solo un evento en arcilla no es lo mejor para mi tenis y mi preparación física por lo que resta de la temporada, agregó el tenista helvético, quien no descartó volver a París el próximo año.
Ante la ausencia de Federer, la condición de favorito de Rafael Nadal para ganar en París crece aun más debido al mal momento que atraviesan el británico Andy Murray y el serbio Novak Djokovic.