La Casa Blanca presentó hoy pruebas “claras y consistentes” de que el régimen sirio de Bashar al Assad cometió hace una semana el ataque con gas sarín en Khan Sheikhoun (Idleb), en el que fallecieron más de 80 personas, incluidos niños.
Funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional del presidente estadunidense, Donald Trump, aseguraron hoy a la prensa que tienen “pruebas fisiológicas” de que el régimen sirio usó gas sarín contra la población en una zona de dominio rebelde.
Asimismo, Estados Unidos confirmó la autenticidad de fuentes externas que demuestran que un caza sirio lanzó el ataque con el mortal gas el día 4 de abril a primeras horas de la mañana desde la base aérea de Shayrat (Homs), agregaron los funcionarios.
Del mismo modo, las fuentes del Gobierno estadounidense argumentaron que, teniendo en cuenta la relación de décadas entre las fuerzas armadas sirias y rusas y que militares de ambos países operaban en la base aérea de Shayrat, es difícil entender cómo Moscú no tenía conocimiento previo del ataque.
Las fuentes de la Casa Blanca aseguraron que no hay pruebas que sostengan la versión siria y rusa de que las muertes por exposición a un químico neurotóxico se produjeron tras el bombardeo de una fábrica de armas químicas de un grupo yihadista.
Por el contrario, Estados Unidos considera que el ataque químico sirio tenía “motivos operacionales” con el objetivo de ejercer presión en la retaguardia de zonas rebeldes claves para mantener el control de la ciudad de Hama.