Luego de darse a conocer la reaparición de Luis Miguel es una discoteca del Puerto de Acapulco, Guerrero, se le solicitó al cantante el pago de casi un millón de pesos, a favor de su extrabajador Marciano Aquino Zarate.
De acuerdo con el diario El Sol de Acapulco, el abogado Tomás Gutiérrez Álvarez, en su carácter de apoderado legal del demandante Aquino Zarate, informó que su defensa promovió ante la Primera Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el juicio número 493/2012 en contra del artista por despido injustificado.
La visita de Luis Miguel fue promocionada por la cuenta oficial de Facebook del centro nocturno Believe, junto con el mensaje “Gracias por hacer de esta noche, una noche fantástica. BIENVENIDO @LMXL a #Believe #Acapulco @hbdaoficial !!!”.