La creciente dependencia al uso de las computadoras, teléfonos móviles y tabletas electrónicas, ocasiona que un mayor número de menores presente problemas visuales, desde daños leves hasta ulceraciones en la córnea.
La oftalmóloga de la Unidad Médica de Alta Especialidad número dos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Denisse Bravo, explicó que lo incandescente de la luz azul es la que genera ciertos problemas visuales.
Sin embargo, destacó, que esos aparatos electrónicos se usan actualmente como auxiliar en el cuidado de los infantes.
Cuando utilizan estos aparatos la vista está fija y tiende el niño a no parpadear con la frecuencia requerida, lo cual es necesario ya que el ojo debe estar humectado y debe hacerse cada diez segundos regularmente”, explicó.
La responsable de la salud visual señaló que se presentan pequeñas lesiones o ulceraciones en la córnea, la cual representa la primera estructura del ojo, donde lo más preocupante es que cada vez es menor la edad en la que acuden con el médico por esta causa.
Antes yo presumía que mi paciente más pequeño era una niña de cinco años, presentando ulceras por el uso de estos aparatos, lamentablemente ahora es un niño de apenas dos años de edad, que particularmente es hijo de padres jóvenes”, advirtió.
La especialista en oftalmología refirió que los niños no traen el “gen tecnológico” sino que lo han aprendido y observado de sus padres desde su nacimiento.
Ahora no pasan tiempo jugando fuera de su casa, sino por el contrario, permanecen más pegados al sillón, con un alto grado de sedentarismo, refirió.
Lamentablemente los videojuegos, los celulares, las tabletas, son las nuevas niñeras de las últimas generaciones, porque antes la televisión lograba entretenerlos por momentos, pero estos aparatos hoy en día los deja quietos por mucho más tiempo, sin pensar en el daño a su visión, advirtió.
Exhortó a los padres de familia a que regulen el tiempo que pasan los niños frente a dichos aparatos, que los motiven a realizar más actividad física y que permitan su desarrollo intelectual, pues lo natural no es hacerse esclavo a uno de esos aparatos.