Cientos de personas se manifestaron en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, poco después de que trascendiera que dos refugiados iraquíes habían sido detenidos esta mañana en el mismo aeropuerto siguiendo órdenes de Washington.
Las dos detenciones de Hameed Khalid Darweesh y Haider Sameer Abdulkhaleq Alshawi eran el primer resultado de la orden ejecutiva aprobada por el Presidente Donald Trump mediante la cual se prohíbe la entrada de ciudadanos de varios países de mayoría de población musulmana.
El veto temporal a la entrada en EE.UU. de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana provocó este sábado protestas masivas en el aeropuerto neoyorquino JFK y en otros puntos del país.
Varias organizaciones convocaron en ese mismo lugar, donde varias personas han sido retenidas por las autoridades a su llegada al país, en cumplimiento de la orden de Trump que ha provocado una gran conmoción dentro y fuera de Estados Unidos.
La orden ejecutiva firmada este viernes por Trump suspende durante 90 días la concesión de visados a todos los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana hasta que se adopten procesos de “escrutinio extremo”, algo que es visto por algunas organizaciones como un paso hacia la prohibición total de la migración musulmana.
“Déjenles entrar”, “Todos son bienvenidos aquí” o “Esto es ilegal” eran algunas de las pancartas que podían verse en la concentración en el aeropuerto neoyorquino, respaldada por varios grupos de derechos civiles y de protección de los inmigrantes.
Mientras tanto, un grupo de abogados presentó este sábado en Nueva York una primera demanda contra la orden aprobada este viernes por el presidente de EE.UU., Donald Trump, para frenar la entrada en el país de refugiados y de ciudadanos de ciertos países de mayoría musulmana al considerarla anticonstitucional.
La acción, promovida por varios grupos de derechos civiles, está impulsada en nombre de dos iraquíes que habían obtenido visados para viajar a Estados Unidos y que fueron retenidos a su llegada a un aeropuerto de Nueva York, apenas unas horas después de la aprobación de la orden.